La hoya Kerri es una planta enredadera de crecimiento medio-rápido, con las hojas carnosas y en forma de corazón, de ahí el nombre que se le atribuye. Podemos encontrarla verde o bicolor. Puede medir hasta 4m de altura y es originaria del sureste de Asia. Las flores suelen ser de color rojo-amarronado, conteniendo pequeñas cantidades de néctar y con cierto aroma.
Esta planta necesita de una ubicación muy luminosa, pero sin sol directo. Es sensible a las corrientes de aire frescas y calientes por lo que es recomendable ponerla en una zona que no sea de paso para conservar bien sus hojas. Necesita de un clima templado, ya que es sensible al frío y no soporta temperaturas inferiores a 7º. Quiere una baja cantidad de agua ya que en exceso pudre la planta con facilidad. Los cuidados que requiere son similares a los de un cactus, aunque la tierra que mejor le viene es sustrato universal mezclado con perlita. Para abonarla se pueden usar abonos específicos de cactus y hacerlo en primavera y verano.
Es resistente a plagas y enfermedades, no suele verse afectada salvo por algunos moluscos que comen hojas carnosas, como los caracoles. Si mantienes alejados estos moluscos, en general, es una planta fuerte y resistente. Su multiplicación se realiza en primavera a través de esquejes.